Una Historia de Esperanza de FILIPINAS

Llamado a la familia, la comunidad y la participación
La doctrina social católica nos guía en nuestras vidas y trabajos. En este principio, Llamado a la familia, la comunidad y la participación , recordamos que el ser humano es ser social por naturaleza-nos necesitamos mutuamente. Nosotros, al igual que los primeros discípulos, estamos llamados a unirnos y crecer como comunidad, ya sea que esa comunidad esté en nuestra aula, lugar de trabajo o en la familia.
En Filipinas, los agricultores están aprendiendo sobre la importancia de diversificar sus medios de subsistencia para mejorar las fuentes de ingresos y la nutrición de sus familias.
Tengo muchos sueños para mi familia y espero poder darles algo bueno a mis nietas. — Raul Enecillo
Raul y Rhodora Enecillo viven con sus nietas Loraine y Kate en su granja al norte de Samar, en Filipinas.
Se levantan todos los días a las 5 a.m. para atender a sus peces, cerdos y pollos antes de llevar a sus nietas a la escuela. La educación es importante para Raul y Rhodora. Su sueño es que Loraine y Kate se gradúen de la universidad y consigan buenos trabajos: Loraine quiere ser doctora cuando crezca.
Durante años, Raul y Rhodora trabajaron duro como productores de coco. Después de la cosecha, preparaban los cocos para hacer aceite, pero les costó mucho trabajo comenzar a ganar algo de dinero. Además, no era fácil dedicarse a la agricultura porque los períodos de fuertes lluvias causaban inundaciones.
Entonces, Raul y Rhodora participaron en un programa de CRS en el que recibieron capacitación y asistencia para construir su propio estanque de peces. Ellos compraron pequeños peces para abastecer el estanque, comida para peces y una red. Los peces crecieron y pronto pudieron venderlos en el mercado. El estanque de peces se convirtió en una fuente de alimentos nutritivos que la familia disfruta comiendo juntos.
“La vida es mucho más fácil ahora que tenemos pescado para nuestro sustento diario”, dice Rhodora.
En el programa, Raul y Rhodora también aprendieron cómo prepararse mejor para los desastres naturales que golpean la región, como los tifones, inundaciones, terremotos y deslizamientos de tierra. La pareja hizo mejoras en su casa utilizando materiales más fuertes y resistentes para proteger su hogar y su familia.
Desde que Raul y Rhodora se unieron al programa, construyeron dos estanques más y crían también cerdos y pollos. Con los ingresos adicionales de su granja, sus nietas pueden disfrutar de su niñez y vivir una vida más cómoda, y tienen la oportunidad de estudiar mucho y terminar la escuela.
“Tengo muchos sueños para mi familia y espero poder darles algo bueno a mis nietas”, cuenta Raul.
REFLEXIONA
El trabajo es importante y parte del plan de Dios para los adultos y las familias. ¿Qué tareas haces para ayudar a tu familia?
¿Por qué es importante ayudar a otros a conseguir trabajo y tener ingresos?