Miércoles de Ceniza, 1 de marzo de 2017

Estamos llamados a construir una cultura de encuentro.

Jesús lo dejó claro en su manera de vivir, el mensaje que predicaba. El Papa Francisco lo deja claro con su propio ejemplo de todos los días. Además, tenemos una gran cantidad de hombres y mujeres santos que nos han precedido, que han ido a los márgenes de la sociedad para que cada miembro de nuestra familia humana pueda conocer el amor de Dios.

Ahora, es nuestro turno. Con los pilares espirituales de la Cuaresma a nuestra disposición, partimos en un viaje de 40 días, un viaje de encuentro con nosotros mismos, con nuestro prójimo y con nuestro Dios.

 

  • A través de la oración, nos encontramos con Cristo, presente en los rostros de todos los miembros de la familia humana, a menudo aún recorriendo ese largo camino hasta el Calvario.
  • A través del ayuno, nos encontramos con nuestros propios obstáculos, esas cosas acerca de nosotros mismos que nos impiden amar a Dios y a nuestro prójimo.
  • A través de los donativos, nos encontramos con nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, preguntando qué podemos sacrificar para que otros puedan tener una vida plena.

La Cuaresma es un tiempo para salir al encuentro, para cultivar un espíritu de solidaridad mundial. Plato de Arroz de CRS es nuestra guía, un medio a través del cual las historias de las comunidades de todo el mundo puedan ser compartidas, una invitación a través de la cual nuestras oraciones y sacrificios de Cuaresma pueden cambiar vidas.

¿Cómo van a contribuir a la cultura de encuentro durante esta Cuaresma?