Lunes, 20 de marzo de 2017

DOCTRINA SOCIAL CATOLICA: Dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores

“El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona. El trabajo…nos unge de dignidad, nos colma de dignidad; nos hace semejantes a Dios, que trabajó y trabaja…”

Papa Francisco, Día de San José Obrero, 1o de mayo de 2013

Pero Jesús les respondió: “Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo”.

—Juan 5,17

¡Qué tentador es relegar estas palabras de Jesús a los archivos de la historia! Pero démonos cuenta de que son tan relevantes hoy como lo fueron hace 2.000 años—el nuestro es un Dios de trabajo, un Dios que está constantemente creando de nuevo en nosotros y en nuestro mundo, un Dios que nos llama a trabajar junto a él con nuestras propias habilidades y pasiones y sueños.

Hagamos una pausa, pues, y consideremos nuestro propio trabajo. ¿Reconocemos la mano de Dios en las tareas que se nos dan? ¿Adoptamos el llamado de Jesús a seguir trabajando, para entrar en relación con nuestro Dios creador, que no se cansa? ¿O nos permitimos ceder a nuestras frustraciones, considerar una tarea frívola o por debajo de nosotros, tomar el camino más fácil? ¿Fallamos en permitir a Dios usar nuestros esfuerzos—no importa lo aparentemente pequeños—para la mayor gloria de Dios?

La oportunidad de trabajar en la imagen y semejanza de Dios quien trabajó es un derecho de todas las personas, el medio a través del cual cada ser humano es capaz de revelar más plenamente la gloria de Dios en el mundo. ¿Cómo, durante este tiempo de Cuaresma, podremos, liberar lo sagrado oculto en el mundo que nos rodea?