Domingo, 5 de marzo de 2017

 

UNA CULTURA DE ENCUENTRO

Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los pobres, sus gestos, su coherencia, su generosidad cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega total, todo es precioso y le habla a la propia vida. Cada vez que uno vuelve a descubrirlo, se convence de que eso mismo es lo que los demás necesitan, aunque no lo reconozcan: «Lo que vosotros adoráis sin conocer es lo que os vengo a anunciar» (Hch 17,23). A veces perdemos el entusiasmo por la misión al olvidar que el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno. Cuando se logra expresar adecuadamente y con belleza el contenido esencial del Evangelio, seguramente ese mensaje hablará a las búsquedas más hondas de los corazones…

–Papa Francisco, Evangelii Gaudium

¿Cómo puedo cultivar mi vida de oración personal? ¿Cómo me acercan más a Jesús mis oraciones? ¿Cómo puede mi relación con Jesús inspirarme a compartir el amor de Dios con mi prójimo?